28 de noviembre de 2010

Por el "vintageo" y la corsetería

Esta mañana he pasado por Moda Shopping a ver si me hacía con alguna de las maravillas de su Primera Feria Vintage (que, albricias, termina hoy, así que ya podéis apagar el portátil y salir corriendo hacia el Bernabéu)

Había tesoros para acabar borracha de fashionismo, que si guantes al codo, que si sombreros de ala ancha, que si broches rescatados del baúl de la abuela, perlas llenas de recuerdos, chales de Alaia, monturas de pasta, toreritas chaneleras y trajes de noche de Pertegaz...

Había mantones de Manila, bolsitos de novia feliz, peinetas de Regenta y zapatitos de damisela novecentista. Había pendientes de nácar, blusones de gasa, vestidos yeyé, turbantes de piel a la Dostoievski y polos de Le Coc Sportif que seguro han vivido algún Tour de Francia en los años 70.

Además, estaban todos los vintageros más codiciados, desde Lotta (vintageo al estilo escandinavo y sede en la calle Hernán Cortés) a  Elena Benarroch, de Rosa by Barcena (ahhhh, si algún día alguien me pide la mano que lo haga con uno de estos anillos...) a Vintage Madrid, de Pepita is Dead a Frivolité, de la Sombrerería Medrano a Marisa León, de Biscuit a Underground, de Cara y Cruz a la Almoneda de Chamberí... ¡La flor y nata del vintagismo patrio!

Una blusita de factura portuguesa, color azul marino y cuajada de caballitos blancos (muy Miu Miu del verano pasado) hubiera pasado a engordar las filas de mi armario si no hubiera sido de talla infantil. ¡Cachis! Las monerías de la Mona Checa me han entretenido durante un buen rato (uyyy, qué jerseys calentitos tan gozosos...) y, de no haber estado a las alturas del mes que estamos o de haberse echado una carrera el ingreso de nómina, hubiera vuelto a casa cual Pretty Woman por Rodeo Drive.

Lo mismo, salario en cuenta, vuelvo a Trucco a por la camiseta solidaria diseñada por Lorenzo Caprile para la ocasión (40 eurillos para el encomiable proyecto Curarte) y tengo mi primera aproximación a la corsetería (dibujada) Porque quizás lo mejor requetemejor de la Feria Vintage ha sido una espectacular exposición de corsets (organizada por Lorenzo himself y amadrinada por Yo Dona) y un tentador stand de Maya Hansen (que me chiva un pajarito que, para más inri, es tan encantadora como talentosa) Ay, quién fuera aprendiz de Dita Von Teese y bailarina de burlesque...


 Un brindis por la exhuberante y lujuriosa corsetería de esta mujer. Un brindis por todos los émulos de Escarlata O'Hara.



Ahora que he vintageado estoy más feliz. Mi gentil y generoso caballero (además de hacer las fotos de este post) me ha regalado un par de pendientes que me da un aire a lo musa de Alphonse Mucha (son más bonitos...) Y, además, Moda Shopping, siempre tiene el detalle de estar reservándote algún tesoro bien accesible en DayaDay (¡yo ya tengo turbante! uno de mis sueños de este otoño) o de ponerte los dientes largos con Bimba y Lola y Bo Concept... Creo que los Reyes les pido un sofá este año (el de abajo)

 

3 comentarios:

  1. hola preciosa!
    la feria era muy interesante y la colección de lorenzo caprile vale mucho!!!
    que pena no habernos encontrado
    besazos

    http://elblogdebarbaracrespo.blogspot.com

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  2. Qué envidia. Yo no he podido ir. ¡Menos mal que estás tú para contárnoslo!

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  3. Qué chuulo todo! Gracias por el reporte, que a mí me pilla muy lejos!

    El turbante, por lo visto este verano te tiene que sentar de miedo.

    Los corés no dejan de ser teatro y espectáculo, pero en contra de lo que dicen los grises ultrapragmáticos hay que poner de eso a la vida...

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