6 de agosto de 2013

Un brindis por los polos de horchata

Mi endocrino me ha puesto una dieta horrible. No puedo comer dulces, ni casi hidratos de carbono (40 gr de pan en el desayuno y ¡basta!)... nada de nutella, nada de galletas, nada de bombones, ni chuches... nada de felicidad.

No tengo hambre si la sigo bien porque sí puedo comer montones de proteínas pero el dulce...mmmm.... está tan rico...

Así que uno de los pocos placeres a los que me entrego este verano -placer culpable que se me acabará pronto seguramente- son los polos de horchata Alacant de la Heladería de mi barrio, junto al Parque de Berlín. Estos.



Son deliciosos. Saben a verano, a playa, a tardes de indolencia y candor, a larguísimas horas de molicie. Están riquísimos, vaya.

He visto también hay sorbetes de horchata en La Sirena y en Mercadona pero creo que es importante el contexto, el parque, el paseo, para su pleno disfrute. De modo que solo los compró hay, en Edelweiss.

De manera que como este agosto no voy a poder ir a Italia a comer el que sin duda es el mejor polo del universo entero (el de limón con palito de regaliz o liquirizzia), de momento me conformo con estos, que son deliciosos. Es un maravilloso premio de consolación.