13 de octubre de 2011

Por mis alumnos, cuando son buenos

No es que lo sean siempre, ni siquiera a menudo, pero a veces pasa que mis estudiantes (he cambiado de curro y estoy dando clases en la universidad) me sorprenden, qué leches, me dejan con la boca abierta.

Hace una semana, más o menos, les pedí que inventaran y grabaran un vídeo, un spot, como si estuvieran trabajando para la Oficina de Turismo de Madrid.
Como son estudiantes de segundo, sólo, que no me tienen ni 20 añitos de nada, les pedía nada más que buscasen -en grupos- estereotipos de otra ciudad en Madrid, que persiguiesen el sabor de otras capitales, las texturas, los aromas, las gentes, los rincones... en la nuestra.

Como eso de que son nativos tecnológicos es más verdad que que yo soy rubia, les pedía un vídeo editado: 30 segundos mínimo para decir que Madrid tiene un color especial y es el color de muchos sitios. La campaña quería subrayar el carácter cosmopolita y universal de nuestra muy requetepolifacética urbe y para ello cada equipo iba a salir a la caza de esos sabores y aderezos que, todos juntos, saben a Madrid, que si Beijing, que si Bogotá, que si Nueva Delhi, que si Tokyo...

Tengo un montón de Erasmus en clase y muchos estudiantes que, aunque españoles, se han hecho madrileños de adopción universitaria. Así que quería, básicamente, que guiris y naturales y despistados descubrieran un poco y que amasen más el lugar en que viven. Y como siempre les pido a mis alumnos que en cada grupo haya un internacional, pues quería que los sacasen de paseo, que se fueran juntos a explorar su tierra en busca de alusiones de otras, que se tomaran unas cañas, vaya, que eso siempre inspira.
Como son estudiantes de Pensamiento Creativo, y llevamos apenas tres semanas de clase me esperaba cualquier chapuza (no, en realidad no, en el fondo de mi corazoncito de profe, no, pero estaba mentalizada para rebajar las expectativas). Algún excompi del mundo real, el del oficio, me lo advirtió, 'verás qué cagadas'. Y es que hay veces que los estudiantes son de una vagancia ultraterrena.

Pero resulta que se lo han currado, y que me han presentado cosas como ésta.



 Así que, henchida de orgullo pedagógico, brindo por ellos






2 comentarios:

  1. http://acaricinear.blogspot.com/2011/10/madrid-recuerdos-de-cine.html

    Una caricia cariñosa a una gran ciudad, de alguien que es de fuera.

    Un saludo.

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