24 de diciembre de 2010

Por los 11 mejores villancicos (según mi propio espíritu navideño)

Los habrá que crean que nada hay más uncool. A mí, que soy de pandereta y rinrín con la botella de Anís del Mono, me gusta un buen villancico a estas alturas del año.
Porque hoy es el día para brindar por ellos con más brío y espíritu que nunca, he aquí la lista de mis once villancicos favoritos.

1) La marimorena. 
Porque me recuerda a las excursiones a la Plaza Mayor con mi abuelo Enrique, las cabalgatas de Reyes y cuánta gracia me hacía que al pobre de San José unos ratones le royesen los calzones. Porque es gamberro y divertido y, cuando lo cantaba de pequeña, siempre me imaginaba en una fiesta de 400 en cuadrilla, sentados en 400 sillas y me parecía que debía de ser lo mejor del mundo. Ande, Ande, Ande...

2) Let snow...
Porque la primera vez que fui plenamente consciente de su significado, lo cantaban un guitarrista rubio y un tío con rastas en un garito del Lower East Side, porque, fuera, en efecto, hacía un frío que pelaba, yo vivía mi primera nevada neoyorquina (era 2004) y nos acabábamos de poner ciegos de pasta en uno de mis italianos favoritos, Arturo´s de la calle Hudson.



3) El tamborilero
No descarto que, de niña, viviera una leve intoxicación de Raphael, pero es recordar el célebre vídeo de "la voz", con su cisne negro y su mirada al cielo, es pensar en ese pobre pastorcillo percusionista, talentoso y humilde y no puedo evitar conmoverme...  porropopón porropopón...

4) Joy to the world
Si existe un canto de felicidad, esperanza y plenitud, para mí es éste. La versión que cuelgo a continuación es tan épica y triunfal como alucinante.



5) Adeste Fideles. 
Siempre quise, de niña, aprenderme la letra. Creo que jamás pude. Para mí olía a Misa del Gallo, a regalos esperando bajo el árbol y a risas y bromas con mi hermano y mis primos.

6) Arre Borriquito. 
Seguro que no es lo más políticamente correcto del mundo ponerle un petardo a los aguinaldistas, pero si yo tuviera un hijo, le cantaría este villancico sin parar. Sólo la introducción instrumental, ya me pone de buen humor, pero para mí la felicidad cabe en la quinteta de su estribillo, será por el "que mañana es fiesta y al otro también"...



7) Santa Claus is coming to town. 
Porque me trae el recuerdo de la pista de hielo de Bryant Park y porque jamás hubiera aprendido a pronunciar la palabra "naughty" sin esta canción navideña. (la versión de los Jackson Five es extremadamente guay)

8) Canticorum. 
Una vez estuve escuchando los ensayos del Coro Complutense de este maravilloso canto de júbilo y, desde entonces, para mí es todo un himno a la dicha. Gracias, Haendel.

9) O Holy Night. 
Lo compuso John Williams para 'Sólo en casa' y yo sé que a mi padre le encanta. La morriña, el calor familiar, la vuelta a casa por Navidad, el misterio, se cuelan en las voces maravillosas de estos niños.


10) War is Over. 
Si John Lennon y Yoko Ono pudieron escribir un villancico, es que molan. Y éste mola muchísimo



11) Ave Verum. de Mozart. 
No sé si es en rigor un villancico, pero Mozart no pudo crear algo más bello para recordar al Dios hecho carne que, entre tanto polvorón y tanta zambomba, es, a fin de cuentas, lo que celebramos esta noche.

Ay, ¡Qué bello es vivir! Feliz Navidad a todos.

PD. Añado un descubrimiento de última hora. A ver qué os parece

Hurts - All I Want For Christmas is New Year's Day from Esmeralda Escudero on Vimeo.

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