Aunque ahora se lleven a más no poder, yo tengo unos desde hace cumpleaños y medio (iba a escribir "dos cumpleaños", pero me ha dado una punzada de viejunería y no he querido hacer sangre). Desconozco el término fashioneril para designarlos: a mí me recuerdan a las botitas de cordones de las bailarinas de can-cán o a los botines de Marie Poppins y la señorita Rottenmeier.
Fueron un regalo de mis amigos (más bien el regalo por el que cambie unas botas moradas que me habían regalado mis amigos) y, en honor a los amigos regaladores, mantuve el color de su elección, el morado.
Me los he puesto un trillón de veces, los he llevado sin parar al zapatero de tanto desgastarles los taconcitos de institutriz y se han convertido, con el roce y el cariño, en quizás mis zapatos predilectos, aunque a mí, con los zapatos, me pasa mucho que cuanto más me gustan es cuando están ajados y maltrechos, y un poco recocidos, casi como las botas de Chaplin en La Quimera de Oro. Cuando tienen en su piel un montón de recuerdos (y mis botines cancaneros son de piel, nada de oler a Blanco)
Me los he puesto con pitillos, con campanas, con vestidillos breves y con faldones largos, para ir a currar y para salir de fiesta, para ir de viaje y para quedarme en casa (soy una maniática, no me gusta nada andar en zapatillas ni pantuflas).
Mis botines conocen Lisboa y Estoril, Nápoles y Amalfi, Londres, París y Barcelona; se han paseado, en Madrid, del pulquérrimo barrio de Prosperidad a las entrañas de Lavapiés, del elegante Barrio de Salamanca a la desastrada Malasaña, del barrio del Pilar a Aluche, de Argüelles al Matadero.
Ahora están en todas las tiendas y yo quiero todas las variaciones de este modelo que a mí me hace pensar en la mala de "El Mago de Oz"(los de Zara, los de Hakei, los de Hazel y los de Fosco, los de Emme -juas juas- y los de Clarks... todos) Espero que eso entristezca a mis zapatitos morados... ¿tendrán celos los zapatos unos de otros? ¿qué se contarán, por la noche, en la oscura estrechez del zapatero?
Ayer me compre unos en un ataque de locura y ganas de hacerme un regalo y una vez en casa descubri que YA LOS TENIA ¿qué le voy a hacer si me encantan?
ResponderEliminarQue conste que no tengo el armario de zapatos de
carry bratsou, lo que hace que sea más grave el asunto
¿qué sería de nosotras sin esos arrebatos compradores? Hay unos alucinantes en Malababa, pero esos son para un día de verdadera enajenación comprística o si de verdad he sido muy muy muy buena (cuestan un pastón, quizás para el cumple o las Navidades...)
ResponderEliminarYo ultimamente soy rebuena, creo que me los pedire por reyes ;)
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